Juan va comiendo un bocadillo por la calle y llega Pedro y se lo arrebata. ¿Tiene Pedro derecho a obrar así, aun cuando argumente que está más hambriento o más flaco que Juan? ¿Y si, en lugar del bocadillo, le quita la cartera alegando que es más pobre o está más endeudado? ¿Y si se trata de la moto o del coche, tiene Pedro derecho a quitarle las llaves a Juan y salir acelerando?
Mi impresión es que, en los casos mencionados, todo el mundo está de acuerdo en censurar el comportamiento de Pedro, tipificarlo como robo y exigir la restitución de lo robado. Digamos que, en tales casos, el derecho natural sigue vigente.